
Este pasado viernes, 7 de noviembre, los trabajadores del Parador Nacional de Almagro y de los nueve establecimientos de Paradores Nacionales en Castilla-La Mancha alzaron la voz de forma unánime para denunciar sus condiciones laborales precarias, salarios insuficientes y una conciliación familiar inviable. Las concentraciones se desarrollaron simultáneamente frente a los centros de trabajo de Molina de Aragón y Sigüenza (Guadalajara), Cuenca capital y Alarcón, Almagro y Manzanares (Ciudad Real), Albacete capital, y Toledo capital y Oropesa, en una jornada de movilización que refleja el creciente malestar de las plantillas.
La protesta se enmarca en un contexto de bloqueo de las negociaciones del convenio colectivo y de frustración generalizada por la falta de avances tangibles por parte de la dirección de Paradores. Según explican los trabajadores, la empresa mantiene un discurso de modernización y éxito empresarial, mientras su personal sigue soportando condiciones de empleo que consideran inaceptables.
Turnos partidos, salarios insuficientes y falta de conciliación
La plantilla denuncia que, a pesar de los beneficios históricos obtenidos por Paradores en 2025, la realidad laboral dista mucho del relato corporativo. Los empleados del departamento de comedor y cocina —los más afectados— soportan turnos partidos que se extienden durante cuatro horas por la mañana y tres horas y media por la tarde-noche, incluyendo fines de semana y festivos. A ello se suma una extrema flexibilidad laboral que impide planificar la vida familiar y personal.
Los trabajadores subrayan que los salarios actuales son “ridículamente insuficientes” y no permiten “llegar a fin de mes ni vivir con dignidad”, especialmente ante la subida del coste de la vida. Reclaman, además, la implantación definitiva del Plan de Pensiones, el desarrollo profesional real, estabilidad en el empleo, jornadas parciales mínimas garantizadas, mejoras en la gestión de la incapacidad temporal, jubilaciones parciales, reducción progresiva de jornada y una planificación anticipada de turnos que haga posible una conciliación familiar efectiva.
Una empresa en beneficios récord, pero sin mejoras para su plantilla
Las movilizaciones llegan en un momento de bonanza económica para Paradores, que este verano ha registrado un récord histórico con un incremento del 2% en beneficios y una ocupación media del 86%, alcanzando el 94% en algunas regiones. A ello se suman importantes inversiones en la modernización de sus instalaciones y costosas campañas publicitarias centradas en la sostenibilidad, la digitalización y la innovación.
“Si hay recursos para inversiones millonarias y campañas de imagen, también debe haberlos para garantizar condiciones laborales dignas”, señalan representantes sindicales, que consideran injustificable que los logros empresariales no se traduzcan en mejoras reales para las plantillas.
El malestar, aseguran, se agrava por una percepción de abandono institucional y empresarial que arrastran desde hace más de cuatro años, mientras la dirección continúa sin dar respuesta efectiva a las reivindicaciones.
“Cuando vienen los recortes, los sufrimos; cuando hay beneficios, solo hay silencio”
Los empleados de Paradores recuerdan que siempre han sido los primeros en asumir sacrificios durante las etapas difíciles. Sin embargo, ahora que la situación económica es favorable, “solo recibimos excusas y dilaciones”. Ante la falta de avances, no descartan intensificar las movilizaciones:
“Si no hay avances reales, daremos un paso más contundente. Prometemos unas cálidas Navidades”, advierten.
Esta situación, afirman, no solo afecta al bienestar de los trabajadores, sino también a la calidad del servicio y a la imagen pública de Paradores, una red que históricamente ha sido símbolo de excelencia turística y patrimonio cultural de España.
Concentraciones, redes sociales y un reto viral: #PorUnConvenioDignoYa
El descontento no se ha limitado a las concentraciones del 7 de noviembre. En las últimas semanas, las plantillas de Paradores han impulsado una campaña en redes sociales bajo los hashtags #PorUnConvenioDignoYa y #ParadoresGritaEnSilencio, con la que buscan visibilizar su situación y exigir a la empresa que asuma su responsabilidad.
Pese a las reiteradas peticiones y a la concentración celebrada frente a las oficinas centrales de Paradores en Madrid, la dirección no ha mostrado voluntad de desbloquear la negociación. Según los trabajadores, la estrategia empresarial “parece orientada a dejar pasar el tiempo hasta que el conflicto se diluya”.
Un futuro incierto para la hostelería pública española
Paradores, dependiente del Estado, se enfrenta ahora a una crisis interna de credibilidad laboral que amenaza con empañar su reputación. Los trabajadores de Castilla-La Mancha han dejado claro que no permitirán que se siga ignorando su esfuerzo, y que continuarán movilizándose hasta lograr un convenio justo.
El personal reivindica algo tan básico como vivir dignamente del trabajo que realizan en una empresa pública que, recuerdan, pertenece a todos los españoles y debería ser ejemplo de buenas prácticas laborales.
Mientras tanto, el lema que se ha extendido entre las plantillas resume el sentimiento compartido:
“Paradores presume de sostenibilidad, pero se olvida de sostener a sus trabajadores.”

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