Ciudad Real, 12 de mayo de 2020.- La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, y la concejala de Sostenibilidad y Agenda 2030, Mariana Boadella, han anunciado esta mañana el lugar elegido para el homenaje de Ciudad Real a las personas que han fallecido a consecuencia de la COVID-19 en la capital. Será en la calle Sol, en una zona verde en la que ya se está trabajando en el diseño de un ajardinamiento que sirva como lugar de recuerdo.
La alcaldesa consideraba que este parque dentro de la ciudad “nos recordará lo que ocurrió un día: que un virus desconocido acabó con la vida de muchas personas en Ciudad Real. Y podrán recordarlas de una forma individual, pero también queremos que podamos hacer un homenaje desde una forma colectiva”.
Este espacio “in memorian”, que ya cuenta con un primer boceto de diseño por parte del servicio de Parques y Jardines, tendrá una superficie de unos 9.000 metros cuadrados, con un kilómetro de largo y 28 metros de ancho, junto al Cementerio Municipal de Ciudad Real.
La concejala de Sostenibilidad explicaba que hace unas semanas, un vecino pedía permiso a la Concejalía para poder plantar allí unos árboles que acababan de nacer, y contaba la historia de estos árboles. Esta persona había pedido bellotas de encina, alcornoque y robles a un amigo para poder explicárselas a su hija. Este amigo finalmente no ha podido superar el coronavirus, pero sus árboles si nacieron.
Mariana Boadella reconocía que “nos conmovió tanto la historia que creímos que era un lugar perfecto para recordar a las personas que nos han dejado, y las zonas verdes nos recuerdan que, aunque las vidas se acaban, la vida sigue naciendo y los parques y las zonas verdes nos enseñas que la vida sigue a pesar de todo”.
En esta zona se incluirán zona arboladas, zonas de césped, paseos, un monumento, muro con nombres o frases alegóricas, en contacto con las familias, quizá un arco de entrada, para honrar la memoria de las personas que nos han dejado en nuestra ciudad.
La alcaldesa mandaba además un mensaje de pésame a las familias de todos los fallecidos, y de ánimo a todos lo que siguen luchando contra la COVID-19, que ha provocado que sea “muy dura” la pérdida de un ser querido durante este tiempo, sin poder despedirse de él, sin hacer un sepelio, y sin poder acompañar en el Cementerio. “Ciudad Real está de luto. Desde el día 1 de abril las banderas ondeaban a media asta en todos los edificios municipales, se guardará un minuto de silencio en todos los plenos municipales de este año, y se mantienen contactos con el Obispado para realizar un funeral de ciudad, cuando las condiciones lo permitan”.