fotografía: M. del Moral
El daimieleño corto una oreja del sexto y perdió la puerta grande por el fallo con el acero en el tercero.
El pasado domingo se presentaba como matador de toros ante sus paisanos, el daimieleño Carlos Aranda y lo hacia ante una impresionante corrida de toros del hierro de Adolfo Martín, una prueba nada fácil para el incipiente matador que con muy pocos paseillos a sus espaldas dio una buena imagen y no se amilano ante el toro toro, ya que hubo astados con trapío para plazas de primera categoría y con las complicaciones de un encaste tan exigente como lo son los albaserradas .
El recibo a la verónica al primero de su lote despertó una de las ovaciones de la tarde rematando con una media de cartel .
Por el pitón derecho consiguió momentos de intensidad que calaron en los tendidos y sólo el fallo a espadas le privó del triunfo, recibió una calurosa ovación de sus paisanos.
El sexto de la tarde toro serio y agresivo por delante fue uno de los más complejos de la tarde y tras un buen recibo flexionando la rodilla colocó al toro en suerte para un gran puyazo de Aurelio Cruz, en la muleta hubo disposición ante las dificultades que ofreció el de albaserra que no regalo nunca una embestida y por el pitón derecho logró hilvanar los momentos más interesantes para cortar una oreja de peso tras una buena estocada .
Manuel escribano fue el triunfador del festejo cortando dos orejas al quinto de la tarde y dejó una buena faena ante el gran segundo que fue el mejor del encierro.
Curro Díaz pecho con el lote de menos opciones aún así dejo pasajes de buen toreo.
En definitiva tarde en la que nadie se aburrió con una Corrida muy sería de Adolfo Martín donde los toreros dejaron una gran disposición y sólo el fallo con los aceros privó de un triunfo mayor.
