En un acto celebrado en el claustro del Museo Nacional de Artes Escénicas de Almagro, el actor Juan Echanove ha recibido este jueves el Premio Lorenzo Luzuriaga, que cada año concede el Sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos en reconocimiento a trayectorias que unen la cultura con el compromiso social y educativo. El galardón lleva el nombre del pedagogo manchego Lorenzo Luzuriaga, figura clave en la renovación de la educación española en la primera mitad del siglo XX.
Con este premio se ha puesto el broche final a la 30ª edición del curso anual de UGT sobre historia del teatro, centrado este año en el teatro y las artes escénicas dirigidas a la infancia, y al que han asistido docentes de toda España. La presencia de Echanove ha supuesto un homenaje a su dilatada carrera, pero también un aldabonazo a favor de la dignificación del trabajo cultural.
El popular intérprete de series como Cuéntame o Turno de oficio, y de películas como La flor de mi secreto, Tiempo de silencio o Madregilda, estuvo acompañado por la directora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Irene Pardo; la secretaria del sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos, Maribel Loranca; y la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Almagro, Marián Ureña.
Loranca subrayó que el premio “reconoce a un trabajador incansable del sector cultural, defensor de las libertades y de los derechos laborales en un ámbito históricamente precarizado”. Echanove, visiblemente emocionado, hizo suya esta reivindicación durante el encuentro con los medios celebrado en el Parador de Almagro:
“¿Cómo le vas a pedir dignidad a un trabajador de nuestro ámbito si pertenecemos a una profesión que tiene un 95% de precariedad? ¿Cómo se conjuga la precariedad con la dignidad?”, se preguntó.
Irene Pardo destacó el simbolismo del galardón, que lleva el nombre del pedagogo republicano Lorenzo Luzuriaga (Valdepeñas, 1889 – Buenos Aires, 1959), exiliado tras la Guerra Civil y vinculado a la Institución Libre de Enseñanza. “Nadie mejor que Echanove para recibir este premio, porque entiende como nadie que la cultura y la educación son pilares de la formación humana”, afirmó.
Durante su intervención, Echanove hizo un alegato encendido sobre el valor transformador del arte:
“Intentamos que la cultura haga más libres y mejores a las personas que acceden a ella. El teatro solo tiene sentido si es un espejo en el que la sociedad se ve reflejada. Si no cumple esa función, se vuelve ridículo, cursi, prescindible.”
También tuvo palabras para los jóvenes que se abren paso en el mundo de la interpretación:
“Me gustaría que nunca olviden lo que a mí me contaron: estás en este mundo para hacer, a través del teatro, un mundo mejor. Tienes que velar por la dignidad de tu trabajo y la dignidad de la sociedad”.
Fiel a su estilo directo, el actor advirtió que el futuro del sector no será fácil:
“Vienen curvas. Ya no son guijarros, son pedruscos del tamaño de melones. No lo digo con segundas”. Denunció que los recursos destinados a la cultura “cada vez son menores” y reclamó un compromiso firme de las administraciones:
“No podemos ser considerados un objeto de lujo, porque desapareceríamos como desaparece el lujo. La cultura es todo aquello necesario para no tener que preguntarte para qué sirve la cultura.”
Con este reconocimiento, el Festival de Almagro y UGT Servicios Públicos ponen en valor una trayectoria artística inconfundible que ha dejado huella en el cine, el teatro y la televisión española, pero también una voz comprometida con la defensa de los valores democráticos, la educación y la dignidad del trabajo cultural.
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