J.A.H.P., el hombre acusado de violar a su expareja que está siendo juzgado en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, ha alegado ante el juez que fue una relación consentida y que las lesiones presentadas, tanto por él como por la presunta víctima, obedecen a prácticas de “sexo duro”.
La mujer ha declarado que el acusado se ofreció a llevarla a casa y de camino empezó a llover, tras lo que le invitó a ver su nuevo piso. Tras subir a la vivienda empezaron a discutir por cuestiones relacionadas con una hija en común, momento en el que el acusado, según el relato del fiscal, la llevó a empujones hasta su dormitorio donde la tiró sobre la cama, la desnudó y la violó mientras ella no dejaba de mostrar su oposición.
El acusado, en cambio ha afirmado que la discusión se produjo tras la relación sexual y que en ningún momento ella dio muestra de oponerse, alegando que incluso en la discoteca hubo “tonteo” entre ambos con besos, extremo que niega la presunta víctima. Además, ha continuado, en varias ocasiones habían mantenido relaciones sexuales tras finalizar su relación de pareja, punto en el que la mujer ha coincidido con el acusado, pero ha puntualizado que fueron sólo dos veces, y que, en los hechos que se juzgan, ella no quería y en ningún momento actuó para dar a entender lo contrario.
Testimonio de la mujer
La mujer finalmente ha contado cómo logro escapar cuando el acusado se fue a ver las heridas provocadas por el forcejeo. Según su relato, corrió hasta llegar a casa donde su tío estaba cuidando a su hija. “No podía parar de llorar, solo acerté a decirle a mi tío que mi exnovio me había golpeado”, ha señalado, explicando que, aunque su pariente en un primer momento quería ir a pedir cuentas al acusado, finalmente llamaron a la policía para denunciar, extremo que ha corroborado el tío de la mujer en su declaración como testigo.
El acusado, por su parte, ha afirmado que se enteró de la denuncia por violación a la mañana siguiente cuando la Policía se personó en su trabajo para detenerle. Ha alegado su carácter tranquilo y que está cumpliendo con todo los requerimientos legales impuestos tras su detención, como la orden de alejamiento y la manutención de su hija.
12 años de prisión
Para el Ministerio Fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual con penetración vaginal por lo que solicita para el acusado 12 años de cárcel y 750 euros de indemnización para la víctima por las heridas que le causó, así como 10 años participando en programas de educación sexual y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la mujer y su hija. Por su parte, la defensa pide la absolución del acusado.