El Río Bullaque agoniza a pesar de que la CHG ha comenzado a realizar aportaciones adicionales desde el embalse de Torre de Abraham

El Río Bullaque agoniza a pesar de que la CHG ha comenzado a realizar aportaciones adicionales desde el embalse de Torre de Abraham

Desde la mañana del martes 23 de julio, la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha comenzado a realizar aportaciones adicionales desde el embalse de la Torre de Abraham. Estas medidas buscan mitigar el grave estrés hídrico en varios tramos del río Bullaque, pero parecen ser un esfuerzo desesperado y tardío.

Alarmantes testimonios de los Portavoces del PP

María del Pilar González Nieto y Benjamín Gómez Zamora, portavoces del Partido Popular en los Ayuntamientos de Piedrabuena y Luciana, han lanzado una advertencia urgente sobre el estado lamentable del río. Según ellos, el cauce del Bullaque está seco en numerosos tramos, afectando gravemente a todos los municipios ribereños. “¡El río Bullaque es ahora una sombra de lo que fue, reducido a charcas desconectadas! ¡Un desastre ecológico a plena vista!”, claman con indignación.

Insuficiencia del Plan Hidrológico

El Plan Hidrológico de la cuenca del Guadiana establece una distribución temporal de caudales mínimos que, en teoría, deberían preservar los ecosistemas fluviales. Sin embargo, estos caudales han demostrado ser insuficientes para revertir la crítica situación del río Bullaque. A pesar de que el régimen de caudales ecológicos refleja la realidad de ríos temporales o intermitentes durante el verano y las sequías, la situación actual supera lo previsto, dejando al Bullaque en estado de emergencia.

Una gestión cuestionada

Desde la CHG se defienden afirmando que están suministrando caudales superiores al mínimo de descarga fijado en el Plan Hidrológico. No obstante, los portavoces del PP insisten en que esto no es suficiente: “No se trata solo de cumplir con el mínimo legal, sino de asegurar un flujo continuo desde la presa hasta la desembocadura en el Guadiana para mantener la vida en el río y su uso recreativo por la ciudadanía”.

Consecuencias de la inacción

La inacción y la falta de previsión de la CHG han permitido que el río Bullaque llegue a esta situación crítica. En lugar de anticiparse y gestionar adecuadamente los recursos hídricos disponibles, la CHG ha dejado que el Bullaque se transforme en un río moribundo. “¡Es incomprensible que con agua suficiente en el embalse se permita que el Bullaque se convierta en un río seco!”, exclaman los denunciantes.

Un llamamiento urgente a la acción

La comunidad y los ecologistas exigen una respuesta inmediata y efectiva para salvar al río Bullaque. La situación actual no solo amenaza la biodiversidad del río, sino también el bienestar de las comunidades ribereñas. Es imperativo que la CHG tome medidas drásticas y sostenibles para garantizar un flujo continuo y saludable del Bullaque.

La crisis del río Bullaque es un grito de auxilio que no puede ser ignorado. La inacción ya ha causado un daño significativo, pero aún hay tiempo para corregir el rumbo y restaurar la vitalidad de este importante ecosistema fluvial.