Luis Alberto Marín, hasta ahora vicepresidente quinto de la Diputación Provincial de Ciudad Real y concejal en el Ayuntamiento de la capital, ha anunciado hoy en rueda de prensa su dimisión de todos sus cargos institucionales. El dirigente, miembro de VOX, explicó que su decisión responde exclusivamente a razones personales y profesionales, subrayando que seguirá vinculado al partido aunque fuera de la primera línea política.
Marín aclaró que su renuncia no obedece a discrepancias internas ni a conflictos con la dirección de VOX, sino a lo que calificó como un ejercicio de “coherencia, responsabilidad y dignidad política”. En sus propias palabras: “No abandono VOX, abandono la política activa. Creo que los ciudadanos merecen representantes al 100% en su cargo, y cuando uno no puede darlo todo, lo honesto es dar un paso a un lado para que otro compañero tome el relevo”.
El traumatólogo de profesión expuso que la intensa dedicación que exige la labor institucional resulta difícil de compatibilizar con su carrera médica y, especialmente, con su reciente paternidad. Este cúmulo de responsabilidades, afirmó, ha sido determinante para tomar una decisión meditada y orientada al bienestar de su familia y al correcto desempeño de la representación pública.
En su comparecencia, Marín trasladó un mensaje de agradecimiento a la dirección nacional y provincial de VOX por la confianza depositada en él durante estos años, así como a sus compañeros de corporación en la Diputación y en el Ayuntamiento de Ciudad Real. “Ha sido un lujo trabajar a vuestro lado. Me voy con la tranquilidad de haber dado todo lo mejor de mí”, señaló, dirigiendo también un reconocimiento especial a los trabajadores de ambas instituciones por su apoyo y profesionalidad.
La renuncia de Luis Alberto Marín, una de las principales referencias de VOX en la provincia, abre ahora un nuevo escenario en la formación, que deberá reorganizar su representación tanto en la institución provincial como en el consistorio capitalino. Desde la propia organización se subraya que este gesto refleja el estilo político que reivindica el partido, marcado –afirman– por la coherencia, la entrega y la voluntad de no aferrarse a los cargos públicos.
Con esta dimisión, VOX vuelve a remarcar su mensaje de diferencia respecto a otras fuerzas políticas, defendiendo que la permanencia en la política debe estar ligada a la capacidad plena de servicio a los ciudadanos y no al mero mantenimiento de los puestos institucionales.
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