El Grupo Municipal de VOX en Ciudad Real ha registrado una moción que rechaza la ideología de género, a la vez que rechaza la violencia contra las mujeres.
La moción rechaza el término “violencia de género” que estigmatiza a la mujer y asumir el término que, en todos los foros internacionales, y que el propio Ministerio de igualdad asumía anteriormente, de “Violencia contra la Mujer”.
El termino de Violencia de Género otorga a esta cualidad un carácter reduccionista y además se asocia el carácter de víctima en función del sexo.
Con ello, se establece una pseudo-verdad totalitaria que implica la criminalización sistemática del hombre. El lenguaje define con extrema autoridad a la mitad de la población como rehenes potenciales.
Un engaño del lenguaje interesado que nos lleva a menospreciar la naturaleza del hombre y de la mujer.
La estrategia de desorientación antropológica de nuestro tiempo, está profundamente marcada por la tendencia a dinamitar la complementariedad entre el hombre y la mujer.
MOCIÓN DEL GRUPO MUNICIPAL VOX
RELATIVA A LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
EL GRUPO MUNICIPAL VOX EN EL AYUNTAMIENTO DECIUDAD REAL Y AL AMPARO DE LO ESTABLECIDO EN LOS ARTS. 91.4 Y 97.3 DEL REGLAMENTO DE ORGANIZACIÓN, FUNCIONAMIENTO Y RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS ENTIDADES LOCALES, ELEVA AL PLENO MUNICIPAL, PARA SU DEBATE Y APROBACIÓN SI PROCEDE, LA SIGUIENTE MOCIÓN:
Todos los grupos que componemos la Corporación Municipal condenamos la violencia contra la mujer, de igual manera que condenamos cualquier tipo de violencia, también aquella que existe en el ámbito familiar o domestica existiendo un claro compromiso para establecer medidas de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Por todo ello tenemos el convencimiento que el repunte de los casos de este tipo de violencia necesita de una respuesta única y coordinada.
Esta unidad esta quebrada por el desarrollo normativo del Pacto de Estado contra la Violencia de Genero a través de normas como la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, más conocida como del “sólo sí es sí”, que en su exposición de motivos y en sus disposiciones adicionales, viene a desarrollar expresamente este Pacto de Estado; una Ley que votaron en contra PP y VOX, es decir, la segunda y la tercera fuerza parlamentaria del Congreso respectivamente. Por lo anterior, sería necesario esforzarse para dar esa respuesta única entre todos los interlocutores y grupos parlamentarios, enfocado a erradicar esta Violencia.
Donde sí existe unanimidad, por ser un acuerdo ratificado por España, es en el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, más conocido como Convenio de Estambul, ratificado por España en 2014, cuyos objetivos son:
- a) proteger a las mujeres contra todas las formas de violencia, y prevenir, perseguir y eliminar la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.
- b) contribuir a eliminar toda forma de discriminación contra las mujeres y promover la igualdad real entre mujeres y hombres, incluida mediante la autonomía de las mujeres.
- c) concebir un marco global, políticas y medidas de protección y asistencia a todas las víctimas de violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.
- d) promover la cooperación internacional para eliminar la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.
- e) apoyar y ayudar a las organizaciones y a las fuerzas y cuerpos de seguridad para cooperar de manera eficaz para adoptar un enfoque integrado con vistas a eliminar la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.
Este Convenio, en su artículo 3.B, habla explícitamente de la “violencia doméstica”; en su artículo 4.3, insta a las partes a proteger los derechos de todas las víctimas de violencia sin discriminación alguna basada en el sexo o la orientación sexual o cualquier otra situación; en su artículo 7.1 establece que los Estados deben adoptar las medidas legislativas o de otro tipo necesarias para adoptar y poner en práctica políticas nacionales para prevenir y combatir todas las formas de violencia; en su artículo 11 se conmina a que los Estados deben recoger datos estadísticos e investigar sobre todas las formas de violencia doméstica, no sólo de violencia contra la mujer heterosexual, y en su artículo 24 insta a las partes a establecer guardias telefónicas accesibles las 24 horas del día, siete días por semana para atender a todas las personas que sufran violencia.
Esta situación dramática no cesa, e incluso las estadísticas muestran que, a pesar de los esfuerzos normativos y presupuestarios desde hace dos décadas en España, el incremento de la violencia contra las mujeres, y en el ámbito familiar, aumenta año tras año.
Si en el año 2021 hubo 39 mujeres asesinadas hasta octubre, en 2022 había 35 mujeres asesinadas, en 2023 en el mismo mes había 51 mujeres asesinadas, y este año ya hay 37 mujeres asesinadas en octubre, lo que hace imprescindible lograr consensos unánimes para adoptar las medidas necesarias para erradicar definitivamente la violencia contra la mujer pues las estadísticas no varían.
Además, la Ley elaborada por el gobierno de PSOE en la legislatura anterior, la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, más conocida como del “sólo sí es sí”, no solo no ha reducido la violencia contra la mujer, si no que ha provocado que agresores y violadores estén viendo rebajadas sus penas, ya sea porque están solicitando la revisión de sus condenas o porque los nuevos condenados se están beneficiando de la aplicación de una ley que fija horquillas inferiores a las anteriormente establecidas. Lo cierto es que, de cualquier manera y a día de hoy, los agresores se siguen beneficiando de una ley impulsada por el PSOE y la extrema izquierda, y aprobada por la totalidad del actual gobierno.
Sirva como dato, el ofrecido por el Consejo General del Poder Judicial que fija en más de millar y medio los agresores sexuales beneficiados. Esta ley, junto a la Ley Trans, han ocasionado, por su ataque a los derechos a la mujer, un verdadero cisma entre el movimiento feminista que ha visto como supuestos avances han provocado un verdadero retroceso.
Es evidente que los poderes públicos tenemos, conforme a lo dispuesto en el artículo 9.2 de la Constitución, la obligación de adoptar medidas de acción positiva para hacer reales y efectivos los derechos contemplados en nuestra constitución, removiendo los obstáculos que impiden o dificultan su plenitud.
De igual manera el compromiso con la igualdad de este consistorio es indudable. Tal y como reza el artículo 14 de nuestra Constitución Española, “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
El Ayuntamiento como administración más cercana al ciudadano, tenemos mucho que decir, y es que debemos ser garantes de la efectividad de las estrategias para luchar por la igualdad y la erradicación de la violencia contra las mujeres, con medidas específicas y efectivas, con la objetividad técnica por delante, al margen de ideologías.
Por todo lo anteriormente expuesto, el grupo municipal VOX en el Ayuntamiento de Ciudad Real, eleva a Pleno los siguientes ACUERDOS:
PRIMERO.-Mostrar nuestro apoyo firme a todos los pactos, normas y estrategias que realmente pretendan acabar con la violencia que sufren las mujeres, y también cualquier iniciativa contra la violencia doméstica o violencia contra cualquier tipo de personas o colectivos vulnerables, tal y como señala el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (Convenio de Estambul) suscrito por España.
SEGUNDO.-Nos ratificamos en el compromiso firme de mantener y elaborar políticas de igualdad de oportunidades con carácter transversal, e impulsar políticas que fomenten la no discriminación de la mujer en ninguno de los ámbitos de nuestra sociedad.
TERCERO.-Garantizar toda la asistencia y apoyo a las mujeres víctimas de violencia, junto con el resto de administraciones responsables, trabajando también en la prevención, en la identificación de las causas, los aspectos culturales, la identidad y los perfiles repetidos de los agresores.
CUARTO.-Del mismo modo, apoyar y asistir a otras víctimas de violencia doméstica, en especial a la que sufren los niños y los ancianos.
QUINTO.-Trabajar con especial atención para extirpar de nuestra sociedad los mensajes y discursos, civiles o religiosos, que promuevan o simplemente justifiquen la violencia contra la mujer.
SEXTO.-Colaborar en los estudios en profundidad sobre el aumento de las agresiones sexuales, en especial los aberrantes casos de violaciones grupales, como el ocurrido este verano en Puertollano, para determinar sus causas y elaborar los perfiles repetidos de los agresores para poder combatirlos con más eficacia.
SÉPTIMO.-Rechazar el término “violencia de género” que estigmatiza la debilidad física de la mujer y asumir el término que, en todos los foros internacionales, y el que el propio Ministerio de igualdad asumía anteriormente de “Violencia contra la Mujer”.
El termino de Violencia de Género otorga a esta cualidad un carácter reduccionista y además se asocia el carácter de víctima en función del sexo. Con ello, se establece una pseudo-verdad totalitaria que implica la criminalización sistemática del hombre. El lenguaje define con extrema autoridad a la mitad de la población como rehenes potenciales. Un engaño del lenguaje interesado que nos lleva a menospreciar la naturaleza del hombre y de la mujer. La estrategia de desorientación antropológica de nuestro tiempo, está profundamente marcada por la tendencia a dinamitar la complementariedad entre el hombre y la mujer. Este tema ha pasado a ser banalmente considerado como consecuencias de un condicionamiento histórico-cultural y no como una realidad antropológica.
Es urgente recuperar un discurso que incorpore la naturaleza humana y el conocimiento indispensable que han aportado la biología y las ciencias evolutivas a su comprensión. Necesitamos una visión política que esté basada en la ciencia y no en el rodillo ideológico.