Ciudad Real Noticias.- No tuvo suerte el Almagro con el rival que le tocó en suerte para la primera eliminatoria. Probablemente, el más complicado de todos los cuartos que estaban en el bombo le cayó al equipo encajero: el Atlético de Madrid B, recién descendido de la categoría de bronce del fútbol español, con un equipo cargado de promesas, chavales llamados a jugar en la élite del fútbol dentro de no demasiado.
El filial colchonero terminó cuarto en el complicado grupo VII, el de la Tercera madrileña, por detrás del San Sebastián de los Reyes, el Navalcarnero y el Pozuelo. Han sumado 64 puntos, gracias a sus 17 victorias, nada menos que 13 empates y solo ocho derrotas. Basan su fortaleza en lo mismo que el primer equipo, es decir, en la defensa. Era, curiosamente, el equipo menos goleador de los sorteados en cuarto lugar, con 48, aunque los 29 encajados hablan bien a las claras del tipo de equipo que es.
Están entrenados por Víctor Afonso y en sus filas se cuenta el meta villarrubiero Carlos Morales, aunque no ha sido el titular esta campaña. Los buenos aficionados al fútbol de la provincia recordarán, además, a algunos de los chavales que visitaron la Ciudad Deportiva Sur cuando eran juveniles con el Atlético Madrileño, como Pierre, un central que apunta muy alto, o Samu Villa, un exterior peligrosísimo, que convocó el Cholo Simeone para recibir al Villarreal en febrero. Son solo algunos ejemplos del potencial de este equipo, en el que el máximo goleador son el canario Néstor Gordillo y el sengalés Amath, ambos con diez tantos. El Almagro, un equipo casi completamente comarcal, se va a medir con un conjunto en el que se dan cita jugadores de muy diversas latitudes. Se va a encontrar con franceses, senegaleses, ucranianos y colombianos.
Es un equipo que busca la transición y la contra. Si roban, abren inmediatamente a la banda para buscar la espalda y el pase al centro.
El encuentro de ida se disputará el próximo domingo 22 en el Cerro del Espino, a las 12:00. La vuelta, en el Manuel Trujillo, el domingo 29.
A pesar del potencial de los colchoneros, el Almagro cuenta con varios factores positivos en este enfrentamiento. El primero, la comodidad del despalzamiento. Los seguidores almagreños van a poder viajar con el equipo sin muchos problemas si lo desean. El segundo, el cartel de medirse al filiall de uno de los mejores equipos de España. Y el tercero, la edad de los rojiblancos y la presión que pueda ejercer la afición en el encuentro de vuelta en el Manuel Trujillo.
En lo deportivo, el Almagro está pendiente especialmente de la evolució de Chendo, que sufrió un golpe en el tobillo ante La Gineta que le obligó a retirarse. “Tengo muy buenas sensaciones”, dice el jienense, “creo que podré entrenar sin problemas y jugar. Durante el encuentro no podía seguir, pero he mejorado mucho y estoy casi seguro de que jugaré con el Atleti, un rival muy complicado, quizás el más difícil de todos, pero vamos a por la eliminatoria”.