Ciudadanos, como partido nacido de un movimiento civil, ha recogido en su programa una declaración mayoritaria de los votantes. Cuando preguntas en la calle que funciones tiene el senado, la mayoría de los abordados dirá que no lo sabe o que no sirve para nada, otros declaran que el senado sirve de refugio a determinados políticos, bien por llevar muchos años en la vida pública o porque han perdido el puesto en otras elecciones y se les premia con un sillón, sin que pierdan poder adquisitivo. Al final, la clase política y los partidos velan por los suyos o por aquellos que han prestado buenos servicios y no precisamente a los ciudadanos, sino a su estructura.
Ciudadanos, ante la demanda social de adelgazar el estado, así como de regenerar la vida pública y quitar chiringuitos políticos, considera necesario la supresión del senado y destinar ese dinero a fines mucho más útiles para la ciudadanía.
Una gran mayoría de votantes, sean del partido que sean, están de acuerdo en la eliminación del senado, por eso cuando les digo que me presento como candidata al senado, la pregunta obligada es: ¿porque Ciudadanos, que quiere eliminar el senado, presenta candidatos al mismo?. La respuesta es sencilla: la supresión del senado solo se puede hacer a través de una reforma de la Constitución y es precisamente ese encargo, una de las pocas funciones para la que es obligatorio el voto favorable de los senadores, por lo que si éstos no están convencidos de la necesidad de suprimir el senado, difícilmente se podrá eliminar.
Después de esta respuesta, habitualmente la réplica del votante es: nunca se podrá quitar el senado porque el resto de senadores tanto del PP como del PSOE no quieren, incluso Podemos, que en un primer momento abogaba por la supresión, ahora mantiene una postura ambigua. Visto desde esa perspectiva es posible que tengan razón pero si todos los electores fuéramos conscientes del sistema de elección de los senadores, quizá no sería tan difícil eliminarlo.
El sistema de elección de los senadores es directo y en listas abiertas, eso significa que nuestro voto, mas que dirigido a un partido, es a la persona, pudiendo elegir hasta tres candidatos aunque estos sean de diferentes partidos y, además, su elección no depende de la proporcionalidad del voto emitido sino del numero de votos directos obtenidos por cada candidato personalmente. Este sistema permite poner en la cámara alta a aquellos candidatos que representan personalmente la voluntad del elector sobre la necesidad o no del senado, pudiendo incluso elegir a algún otro candidato que represente nuestra opción política, aunque esta opción política no lleve en su programa eliminar el senado, si le consideramos válido para representarnos. Una buena formación electoral del votante haría posible un resultado que ponga de manifiesto la autentica voluntada del ciudadano de a pie, de eliminar el senado. Por ello, saber votar al senado y votar a aquellos candidatos que creen en su eliminación, serviría para mandar un mensaje claro a los partidos políticos, que hacen oídos sordos a las demandas de la ciudadanía y que no están dispuestos a eliminar el senado por intereses que no se corresponden con los de sus votantes.
Pero si el lector ha llegado hasta aquí y me plantea como voy a querer quitar el senado, si una vez que he obtenido el escaño, querré seguir cobrando y me olvidaré de la promesa dada, sobre todo, porque todos los políticos son iguales; me va a permitir el lector que le diga:
Al ser un voto a la persona y no a la candidatura completa, el elector siempre me podrán recordar mi promesa y en las siguientes elecciones no marcar la casilla de mi candidatura con una cruz. Y… no es verdad que todos seamos iguales… tengo la firme convicción de que hay que adelgazar el estado y suprimir estructuras innecesarias, además de un trabajo del que vivo y al que podré volver una vez que el senado sea eliminado, tampoco he de pagar peajes políticos y soy partidaria de la limitación de mandatos como defiende mi partido, Ciudadanos. Mi incursión en la política no es una forma de vida sino aportar mi trabajo para que España tenga las reformas que necesita.
Ángela López Castro
Candidata al Senado por Ciudadanos
Ciudad Real
